
ESPERANZA EN EL CACARICA
FUNCIÓN LIBERADORA DE LA FILOSOFÍA
IGNACIO ELLACURÍA
Para comenzar a hablar sobre la FUNCIÓN LIBERADORA DE LA FILOSOFÍA, es importante tener en cuenta la relación que existe desde siempre entre la filosofía y la libertad. Luego quien piensa en filosofía como ejercicios de razón, son hombres libres, en pueblos libres, sin muros que impidan maneras de pensar, libres del oscurantismo e ignorancia de los pueblos.
Ellacuría en el texto la función liberadora de la filosofía, divide el texto en dos importantes piezas para rescatar, la primera es la filosofía que tiene en sí misma una función crítica y la segunda en una capacidad creadora de la filosofía.
Comienza explicando acerca de la función crítica, deteniéndose en el problema de la ideología. Es decir, su visión de ideología destaca el ámbito más negativo de esta, la ideología es un fenómeno “ambiguo”, pero interesa destacar estos procesos de encubrimiento, de ideologización, que enturbian la realidad, la oscurecen la filosofía entonces tiene la posibilidad de construir fundamentos sólidos. Esta es una visión política que busca desconstruir, desenmascarar estas posturas preestablecidas que contribuyen a esa realidad de explotación, de opresión y represión y construir una fundamentalidad crítica.
En la función creadora de la filosofia, Ellacuría apostará por construir un nuevo discurso, una nueva narrativa que nombre la realidad a partir de esta crítica. El trabajo del intelectual no termina en la mera crítica negativa, si no en propuestas concretas, “Se critica desde algo y para algo”, sin embargo no se trata simplemente de construir un discurso, un nuevo análisis, crítico y liberador. No se trata de un simple hacer, o de una teoría cualquiera, Ellacuria hace unos apuntes acerca de la importancia de la relación Teoria-Praxis, explica que:
Se trata de contar con una teoría de la inteligencia y del saber humano que dé cuenta de las posibilidades y límites del saber humano mismo.
Es fundamental una teoría crítica y abierta del hombre, de la sociedad y de la historia, como conjunto pero también de realidades separadas.
Una teoría que racionalmente la valoración adecuada del hombre y de su mundo.
La reflexión filosófica debe construir una reflexión sobre la ultimidad y sobre lo trascendente.
El autor insistirá en que el proceso de una filosofía liberadora abarcará la reflexión de estos cinco puntos, pero no solo desde una crítica, si no desde la construcción y elaboración de respuestas propias y ancladas en la realidad latinoamericana del momento. Es decir, Ellacuría aclara que la filosofía no desempeña su función liberadora de la misma forma en distintos lugares y tiempos.
Otro aspecto fundamental es que esta liberación no se construye solo desde la filosofía, se construye en conjunto, desde un contexto, desde una “praxis liberadora”. Sobre todo, no se puede construir una praxis liberadora sin tomar en cuenta el sujeto de liberación. No se trata, pues, de separar el momento teórico, del momento practico, tampoco se trata de creer que es el intelectual por si solo quien llegará a la liberación, sin tomar en cuenta el sujeto de la historia, pero no como un simple objeto de estudio, como sujeto que todo ello implica.
Es importante recordar que Ignacio destaca algunos de los peligros del trabajo intelectual que hasta hoy se mantienen latentes. La filosofía de inspiración cristiana, una filosofía hecha para los pobres y oprimidos, para acompañar sus procesos de liberación y de lucha. Es decir en América Latina no se ha creado una filosofía propia desde su historia y contexto, si no atada a los prejuicios religiosos.